jueves, 6 de noviembre de 2008

Pedro Arbués

1. Di quién es Pedro Arbués

San Pedro Arbués (Épila, Zaragoza, 1441- Zaragoza, 17 de septiembre de 1485) fue un eclesiástico español, uno de los primeros agentes de la Inquisición española en el reino de Aragón. Fue asesinado por un grupo de judeoconversos en la Seo de Zaragoza.
Nació en Épila. En 1469 ingresó en el Colegio Mayor de San Clemente de Bolonia. En la Universidad de Bolonia fue catedrático de filosofía moral. En 1474 fue nombrado canónigo de la Seo de Zaragoza.
El 4 de mayo de 1484, el inquisidor general Tomás de Torquemada nombró a Pedro Arbués, junto con Gaspar Juglar, inquisidor de Aragón. Los nuevos inquisidores comenzaron de inmediato su labor, realizándose poco después varios autos de fe. Según informa el cronista de Aragón Jerónimo de Zurita, la actividad de la Inquisición en Aragón soliviantó los ánimos de los conversos, así como los de la nobleza del reino de Aragón, que veía en la Inquisición una amenaza para el mantenimiento de los fueros del reino.
Como consecuencia, se tramó una conspiración para acabar con su vida. El 14 de septiembre de 1485, mientras rezaba arrodillado ante el altar mayor de la Seo de Zaragoza, fue acuchillado por ocho asesinos, que lograron escapar. Falleció poco después, el 17 de septiembre, como consecuencia de las heridas infligidas. Se atribuyó su asesinato a conversos, entre ellos a Jaime de Montesa y a Vidal Durango, y se desató una feroz e inmisericorde represión. Los supuestos asesinos fueron detenidos y ejecutados en varios autos de fe, que tuvieron lugar entre el 30 de junio y el 15 de diciembre de 1486. Según Zurita, hubo nueve ejecutados en persona, aparte de dos suicidios, trece quemados en estatua y cuatro castigados por complicidad. Luego, la Inquisición persiguió a las principales familias conversas de la ciudad (Santángel, Caballería, Santa Fe, Sánchez, etc.), acabando con su influencia en la política del reino de Aragón.
A los ojos de la Iglesia Católica, se lo considera mártir y santo. Fue beatificado por el Papa Alejandro VII el 17 de abril de 1662, y canonizado por Pío IX el 29 de junio de 1867. Su sepulcro, realizado por Gil Morlanes, se encuentra en la capilla de San Pedro Arbués de la Seo de Zaragoza.


2. Di cual era la situación de la Inquisición en ese momento en la Península.

La Inquisición Española es la que los reyes Isabel de Castilla, y Fernando de Aragón establecen en España a partir de 1478 y que fue independiente y diferente de la del resto de la cristiandad.
La Inquisición era casi desconocida en la Península hasta la fecha mencionada. En Castilla no había tribunal de la Inquisición y los delitos de la fe se atendían en los obispados. Era la Inquisición Episcopal que ejercían los obispos en su diócesis; pero éstos estaban ocupados en otros asuntos y le prestaban poca importancia a la herejía.

En España los hechos se sucedieron de tal forma que los reyes consideraron necesario crear la Inquisición Española.
Como primera causa se considera la conversión masiva de judíos que, en su mayoría, no fueron sinceras sino que se hicieron a la fuerza, ante la presión de un pueblo enardecido, excitado por sacerdotes fanáticos.
Entonces comienza el fenómeno de los "conversos" y su calvario, que signará la historia de España y de los judíos hasta mediados del siglo pasado.
A mediados del siglo XV encontramos en la península Ibérica varas clases sociales: los reyes y la nobleza, ostentan el poder, manejan las armas, hacen la guerra a los moros y son dueños de las tierras, desprecian el trabajo manual; el pueblo, que es esclavo de la gleba, o sea que depende de los señores feudales y son los que cultivan la tierra, son incultos e iletrados; el clero, que depende de Roma y está agrupado en conventos de diferentes órdenes, las más importantes, ya vimos, son los dominicos y los franciscanos, monjes mendicantes, que pregonan el ascetismo, la vida dedicada a la oración y dependen directamente de Roma, no del obispo local, dominan el saber, los libros y las bibliotecas, son los cristianos educados; las minorías de otros credos: judíos y moros. Los moros son el pueblo vencido que retrocede a medida que los cristianos conquistan el territorio hasta concentrarse finalmente en Andalucía, en la provincia de Granada. Los judíos, que habitaban la Península desde tiempos inmemoriales, son habitantes urbanos, que ejercen toda clase de oficios, hasta los más elevados como consejeros de los reyes. Son letrados y conocen la contabilidad y la numeración decimal.
Las leyes de los diferentes reinos limitan cada vez más las posibilidades de trabajo de los judíos impidiéndoles ejercer diversos oficios. Sus actividades son cada día restringidas y son obligados a vivir en barrios determinados; hay un intento de excluirlos de la vida económica.
En éste panorama se insertan los conversos, llamados también marranos o cristianos nuevos, en contraposición a los cristianos viejos o lindos que son los originarios cristianos. Los conversos ven que al cambiar de religión, los impedimentos que tenían como judíos son eliminados y tienen acceso a todos los oficios y puestos del reino, que antes les eran vedados. Enseguida comienzan a escalar posiciones en las cortes de España por su capacidad y sabiduría, aventajando a los cristianos lindos.
Con el correr del siglo XV, éstos cristianos nuevos despiertan la envidia y los celos de los cristianos viejos y comienzan las intrigas y las demandas en su contra.

La sucesión del trono de Castilla tras la muerte del rey Enrique IV recae en su hermana Isabel en el año 1465. Isabel contrajo matrimonio con Fernando, sucesor del trono de Aragón, por lo que ambas coronas se unieron, a la muerte de Juan II de Aragón
Era confesor de la reina Isabel, Tomás de Torquemada, prior de los Dominicos y influyente en la corte.
Torquemada se hizo eco de las protestas de los cristianos viejos y comenzó a predicar acerca de la conveniencia de crear una Inquisición en Castilla. En 1478 se produce un acontecimiento fortuito en el cual se descubre en Sevilla a un grupo de cristianos nuevos que hacían ceremonias extrañas a la religión cristiana. Esto convence a la reina, quien ordena a los embajadores de España en Roma que pidan al papa la creación de una Inquisición en para Castilla y Aragón. El papa Sixto IV expide una bula en noviembre de 1478 que autoriza a los reyes de España a nombrar inquisidores y removerlos a perpetuidad.

Se crea el tribunal y los primeros inquisidores, Miguel de Morillo y Juan de San Martín, llegan a Sevilla en setiembre de 1480. Sus pesquisas les llevan a hallar un grupo de criptojudíos cuyo líder era Diego de Susán. Se levanta la acusación de herejía y luego de un proceso, los principales autores son condenados a la hoguera en el primer auto de fe en Sevilla el 6 de febrero de 1481, en el quemadero de la Tablada.

3. Indaga cual es la situación de la Inquisición en Aragón en esa época y como es recibida en Zaragoza y Teruel

El establecimiento de Torquemada como Inquisidor General, fácil en Castilla, fue dificultosísimo en Aragón. Los catalanes aceptaron la Inquisición a regañadientes, pero pidieron que fueran ellos los que nombraran al Inquisidor. Fernando no quiso. Los aragoneses fueron más lejos y Teruel llegó a alzarse en armas contra el Santo Oficio, caso primero y último. Los turolenses cerraron las puertas de la ciudad a los inquisidores que venían de Zaragoza; el Rey pidió que los funcionarios aragoneses acudiesen armados a proteger la entrada de los inquisidores. No lo consiguió y tuvo que recurrir a tropas de Castilla para que tomaran la ciudad. Pero la caída de Teruel desesperó y radicalizó a conversos, a judíos y a muchos cristianos viejos que veían que la Inquisición acababa con sus fueros y libertades. Empezaron las conjuras en Zaragoza y una desembocó en el asesinato del inquisidor Pedro de Arbués. La represión fue rápida y feroz. Torquemada empezó a llevar una escolta de hasta doscientas lanzas y a tener siempre en su mesa un cuerno de rinoceronte, para prevenir envenenamientos. Los judíos, al principio, colaboraron con él como delatores de los despreciados conversos. Sólo cuando ya era tarde se dieron cuenta de que iban a ser víctimas de un sistema que no sólo eliminaba a los que no terminaban de ser ni judíos ni cristianos sino que imponía por la fuerza la existencia de una sola fe. La obligación no terminó con la devoción pero sí con la libertad de conciencia. La Inquisición española, creada en todos sus detalles por Torquemada, provocó muchas menos víctimas que otros tribunales europeos similares.


4. Indica a qué colectivo pertenecen las personas que fueron juzgadas como culpables.

El asesinato del inquisidor Pedro Arbués se atribuyó a conversos, como Jaime de Montesa y a Vidal Durango. Estos supuestos asesinos fueron detenidos y ejecutados, pero además de ellos se ejecutaron a casi veinte personas más por complicidad y se persiguió igualmente a las principales familias conversas de la ciudad, acabando con su influencia política en el reino de Aragón.


5. Señala qué razones podrían tener las personas que fueron condenadas como instigadoras del asesinato para inducirlo.

Veían que la Inquisición era una amenaza para el mantenimiento de los fueros de Aragón, y de los privilegios de estos conversos, la influencia que podían tener en todos los aspectos políticos de aquel tiempo.

6. Indica qué argumentos podrían tener a su favor los condenados.

Entre otras cosas, que el tribunal de la Inquisición perseguía sin razón alguna a estas familias de conversos, y los torturaban y mataban sin piedad.
Además la Inquisición borraba todos los derechos de los ciudadanos en general, aquellos que tenían por el fuero aragonés, no había ningún tipo de libertad, el miedo a ser denunciado simplemente por envidia o por odios estaba latente en la sociedad.

7. Señala qué otros colectivos sociales de la ciudad podrían ser sospechosos de instigar al asesinato y qué razones podrían tener.

También los cristianos viejos podrían ser sospechosos de instigar al asesinato, así como los nobles, ya que la Inquisición amenazaba con poner trabas a los fueros de Aragón, y a los privilegios que se tenían de libertad de estos ciudadanos aragoneses con respecto a la corona y al rey.


8. Di que consecuencias tuvo el asesinato de Pedro Arbués y quienes salieron beneficiados y perjudicados con ello.

Perjudicadas salieron las principales familias conversas de la ciudad, que perdieron toda su influencia política en el reino de Aragón.
Beneficiados los cristianos viejos, que recuperaron parte del poder que pensaban perdido a causa de estas familias de conversos.

6 comentarios:

el profesor dijo...

Excelente -10-

el profesor dijo...

Están sin hacer los ejercicios -0-

el profesor dijo...

desactualizado

el profesor dijo...

¿Cuándo esperas ponerte a trabajar? -0-

el profesor dijo...

Sigues sin hacer los deberes -0-

el profesor dijo...

llevas muhco retraso -0-